Se abre la veda … ¿será un comunicado de prensa?.
La patronal de las cajas plantea un recorte de los salarios del 6% en el sector
El Confiendcial
@Carlos Sánchez.- 16/02/2011
Tiempos duros para los más de 132.000 empleados de las cajas de ahorros. La patronal del sector propondrá a los sindicatos un recorte general del 6-7% de la masa salarial durante la negociación del próximo convenio colectivo. El anterior acuerdo expiró el pasado 31 de diciembre, y, según fuentes de toda solvencia implicadas en la negociación, se abre un nuevo tiempo que pasa por ajustar al máximo el crecimiento de las nóminas.
Todo un cambio laboral en un sector que históricamente ha contado con unas relaciones laborales sustancialmente mejores que la media de las empresas del país, como pone de relieve que, los empleados de las cajas de ahorros tengan derecho a cobrar un mínimo de 18,5 pagas. En alguna institución como Cajasol, incluso, se abonan 24 pagas al año. O lo que es lo mismo, los empleados perciben dos nominas al mes.
El vigente convenio colectivo (todavía vigente en su parte normativa) establece, en concreto, que los trabajadores tienen derecho a cobrar dos pagas ‘estatutarias’ en concepto de “estímulo a la producción”; 1 o 1,5 pagas se reparten en función de los beneficios obtenidos por cada caja (según la cuantía de los excedentes), y otras dos pagas se abonan sin atender a los resultados concretos de cada entidad.
La norma establece, en concreto, que “se abonará una mensualidad y media cualesquiera que sean los resultados administrativos del ejercicio económico aprobado por el Consejo de Administración”. A estas mensualidades hay que añadir las correspondientes a los meses de julio y periodo de navidad, como precisa el convenio. En total, 18 pagas y media.
Ayer no fue posible hablar con la patronal de las cajas de ahorros que negocia las relaciones laborales en el sector, ACARL, pero fuentes conocedoras del proceso aseguraron a El Confidencial que el objetivo es reducir la masa salarial de una forma importante. Para ello, propondrá un convenio colectivo con duración de dos años, por debajo de los cuatro que pretenden inicialmente los sindicatos. Al final, es probable que se quede en tres, como el anterior.
Firmada la paz laboral
La duración del convenio es un buen ejemplo de lo que han cambiado las cosas en el sector y, en general, en las empresas españolas. Históricamente han sido las patronales las que han querido firmar convenios largos para asegurarse la paz laboral, pero en los últimos años son los sindicatos los que presionan para periodos más dilatados ante un previsible deterioro de las relaciones laborales en el futuro.
Según las fuentes citadas, el Banco de España está urgiendo a las cajas de ahorros a que cierren sus relaciones laborales lo antes posible en aras de clarificar el futuro del sector. Sobre todo teniendo en cuenta su previsible salida a cotizar a los mercados bursátiles.
Y, en este sentido, se pone en valor el papel de las centrales sindicales, en particular CCOO, que desde el primer momento han facilitado los acuerdos laborales en un sector sometido a un verdadero proceso de catarsis.
El último acuerdo ha sido el formado entre las entidades que forman parte de Banca Cívica. Y anteriormente se cerró el pacto en el SIP liderado por Caja Madrid y Bancaja. En este acuerdo –y probablemente en otros- los sindicatos han logrado poner la venda antes que la herida. O lo que es lo mismo, se garantizan no sólo que no baja el número de pagas sino que, por el contrario, aumentan.
En concreto, el pacto laboral avala la percepción, desde el 1 de enero de este año, de un salario mínimo garantizado anual equivalente a 19 pagas. A partir del 1 de enero de 2013, se garantizan 20 pagas del salario base fijado en el correspondiente convenio colectivo. Y a partir de 2014, el número de pagas sube a 21, igualmente en relación al salario base establecido en convenio. Al mismo tiempo, se garantiza que la antigüedad se compute por 18,5 pagas.
El acuerdo reconoce que estas mejoras se aplicarán “en la medida que se pueda cumplir cada año las exigencias derivadas del Plan de Viabilidad y los requisitos de devolución de las ayudas procedentes del Frob” (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria. El SIP del Banco Financiero y de Ahorro, hay que recordar, ha recibido 4.465 millones de euros en ayudas públicas para su recapitalización.
Como ha publicado este diario, la reestructuración del sistema financiero -en particular, las cajas de ahorros- no le va a salir gratis al sector público. La factura ascenderá a unos 1.500 millones de euros. O lo que es lo mismo, cada uno de los 15.000 despidos que se prevén en el sector (en su gran mayoría prejubilaciones) tendrá un coste aproximado de 100.000 euros por persona.