Decía William Burroughs que un hombre no puede tener
peor destino que estar rodeado de almas traidoras y, lamentablemente, todo
apunta a que la fusión de Unicaja Banco y Liberbank camina por este peligroso
sendero, el de las traiciones tras las bambalinas de la Avenida de la Palmera
en Sevilla.
La prensa había revelado las reuniones entre el
expresidente de Unicaja Banco y el nuevo CEO, y ahora nos informa de
movimientos en el Consejo de Administración que están alterando el equilibrio
de poderes pactado en la fusión.
Esta información pública está generando mucha
preocupación y estrés insostenible en la plantilla del Banco.
Parece ser que se está intentando sustituir el modelo
de Relaciones Laborales que estaba implantado en Unicaja Banco por el modelo que
imperaba en Liberbank, modelo que ha resultado muy perjudicial para los
trabajadores en todos los sentidos.
Esto supone que: ¿vamos a vivir en la conflictividad
permanente? ¿en la falta de respeto, en el desprecio a la plantilla y a la parte social que la
representa, aumentar la precariedad de los empleos,…? Esto no debemos ni
podemos consentirlo y la plantilla debe de oponerse frontalmente.
Los trabajadores de la “nueva” entidad en su
conjunto desean y quieren estabilidad en sus empleos, en sus condiciones de
trabajo, una entidad sólida y solvente donde desarrollar su carrera profesional
con ilusión y esfuerzo, no quieren recordar, o vivir por primera vez, la
pesadilla que fue Liberbank y que esperaban haber dejado atrás para siempre.
Nuestra organización sindical SUMA+T – STC – SIBANK (CIC) luchará con todas sus fuerzas
y en todos los frentes que sean necesarios para que ese deseo se cumpla. Unicaja Banco no paga traidores…