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miércoles, 30 de marzo de 2011

ARTÍCULO DE PRENSA

Manuel Menéndez, el hombre que no supo medir sus fuerzas
Fernando Tadeo
7:01 - 30/03/2011
El titán Atlas cargó sobre sus espaldas los pilares que mantenían separada la Tierra de los cielos, tras una condena del dios griego Zeus. Gracias a una gran fuerza y estoicismo, según los relatos de la mitología, pudo resistir el enorme peso y cumplir con el castigo. Manuel Menéndez ha querido seguir sus pasos, pero la resistencia no ha sido tal. Desde el burladero, por Amador G. Ayora: Le vino grande.
El presidente de Cajastur se echó a sus hombros una losa demasiado inaguantable: la CAM, una entidad siete veces superior y con un balance más deteriorado. El ejecutivo, que a lo largo de toda su trayectoria profesional se había caracterizado por su prudencia en la gestión, calculó mal los riesgos de tal hazaña y en el último suspiro se ha visto obligado a bajar al suelo la 'bola' antes de que termine por vencerle.
En el día de hoy Menéndez se quitará, previsiblemente, esa carga después de que la asamblea de su caja oficialice el rechazo a la integración con la CAM en Banco Base. Los otros dos socios, las cajas de Extremadura y Cantabria, también se opondrán al proyecto.
El asturiano, catedrático de Contabilidad, vio la oportunidad de convertirse en un banquero de referencia el año pasado, cuando en primavera la alicantina le propuso un plan de fusión. Por entonces, había conseguido aumentar su tamaño con la adjudicación de los activos financieros de la intervenida CCM. El éxito de esta operación, por la que fue felicitado por todo el sector, le animó a valorar positivamente una alianza con la institución levantina tras analizar unos números que, a día de hoy, no cuadran. Iba a ser el líder del tercer grupo de cajas del país y de la quinta entidad del sistema español.
Con CCM logró unas garantías que muchas entidades desean ahora para llevar a cabo compras y crecer, pero con la CAM el blindaje para pérdidas era más limitado. Y el agujero mayor del esperado.
Apoyo del supervisor
Gracias al apoyo incondicional del Banco de España, Menéndez tomó las riendas del proyecto del SIP, a pesar de las quejas de la alicantina, que aportaba más de la mitad de los activos al nuevo grupo.
Con este liderazgo, el hombre prudente y humilde -como le califican sus allegados- cambió su actitud y en más de una ocasión presumía no sólo del éxito logrado para la caja asturiana, sino que el plan que estaba pilotando servía como modelo para el resto del sector. Fue el primero en poner sobre la mesa el llamado modelo indirecto para una integración de las cajas al 100% de los activos; es decir, que éstas operen a través de un banco filial al que traspasan toda su actividad, a excepción de la obra social.
A Manuel Menéndez de nada le ha servido la defensa del supervisor. Es más, ahora en el sector se preguntan si el regulador le tendió una emboscada para arreglar uno de sus grandes problemas.
Antes de acudir a Cajastur, la CAM se había paseado por buena parte de las cajas para evitar una intervención inmediata. Tanto Caja Murcia, Caja Madrid, Bancaja, Ibercaja y BBK rechazaron en mayo y junio del año pasado una alianza con la alicantina, por los riesgos excesivos y por las peticiones de poder de sus máximos responsables, Modesto Crespo y Roberto López Abad.
Lucha inservible
Menéndez se dejó llevar, aceptó el rescate de la CAM a cambio del liderazgo y tras nueve meses de intenso trabajo la fusión se ha declarado inviable. La levantina ha aflorado una morosidad insoportable, cercana al 9%, y se teme que los impagos puedan ser superiores en el sector.
El presidente de Cajastur ha luchado por salvar la integración, pero se ha dado cuenta de que el deterioro de la alicantina se llevaría por delante, tarde o temprano, al resto de socios en Banco Base, incluida la entidad a la que representa.
No cabe duda de que el ejecutivo asturiano ha hecho todo lo posible. Se caracteriza por ser una persona enormemente trabajadora. Pero el esfuerzo ha sido en vano. Se tendrá que conformar con ser el máximo responsable de una caja mucho más pequeña -la mitad-, aunque solvente. Y siempre podrá aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento a través de compras de activos que vendan sus competidoras o la incorporación a su proyecto de un grupo más pequeño y más saneado que la CAM.
La experiencia de Banco Base, quizás, le habrá servido para calcular mejor sus fuerzas en el futuro y podrá hacer gala de su vasto conocimiento en el terreno de las Ciencias Económicas y la Contabilidad, en el que es un gran experto.