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martes, 12 de octubre de 2010

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Cajastur y CAM aceleran su integración para participar en la 'segunda vuelta' de fusiones

@Eduardo Segovia - 12/10/2010 06:00h 
La grave crisis que sufre el sector de las cajas de ahorros obliga a hacer de la necesidad virtud. Así, Cajastur y CAM han pasado en dos meses de tirarse los trastos a la cabeza -estuvieron a punto de romper su fusión fría (SIP) en julio- a proclamarse su amor eterno y a acelerar todo lo posible su integración para tratar de cerrarla el 31 de diciembre y convertirse así en el primer SIP totalmente operativo, por delante del de Bancaja y Caja Madrid.
Según fuentes de la operación, estas prisas obedecen a la intención de las cajas que lo conforman -aparte de CAM y Cajastur, lo integran las cajas de Cantabria y Extremadura- de estar preparadas para participar en la segunda oleada de concentración del sector. Todo el mundo considera inevitable que se produzca esta segunda vuelta a lo largo de 2011, dado que el dinero inyectado por el FROB no impedirá las pérdidas de las entidades fusionadas ni que algunas vuelvan a sufrir serios problemas de solvencia.
El propio presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio Orizaola, declaró recientemente a Radio Nacional que el nuevo grupo aspira a comprar alguna entidad o incluso algún otro SIP en la segunda ronda del proceso de integración de cajas.
Ahora bien, cumplir este objetivo no va a ser fácil. El principal escollo es el pacto laboral, es decir, alcanzar un acuerdo con los trabajadores sobre las condiciones de la reducción de plantilla que conlleva la fusión. Existe un primer acuerdo de garantías laborales firmado a finales de septiembre que contempla la salida de 3.400 trabajadores, en principio a travñes de prejubilaciones (aunque ahora otros SIP se están inclinando hacia las bajas incentivadas o los despidos).
Además, se está trabajando a marchas forzadas en la definición de los primeros niveles directivos y en la obtención de las autorizaciones administrativas pertinentes, siempre según las fuentes.
Carrera por llegar el primero
El SIP de Caja Madrid, Bancaja, Ávila, Segovia, Rioja, Laietana y General de Canarias también se ha fijado como objetivo cerrar su integración a fin de año, pero tiene el mismo camino por recorrer que su rival, con la dificultad añadida de tener que poner de acuerdo a siete entidades.
En teoría, Banca Cívica (Navarra, Burgos y Canarias) es el primer SIP operativo, pero no consolida sus resultados al 100% y no ha recibido ayudas del FROB. Además, su suspenso en los test de estrés ha forzado la entrada en su capital del fondo JC Flowers, que está pendiente de la eliminación de varios obstáculos legales.
Mientras fuerza la máquina de la integración, los cuatro presidentes del SIP astur-valenciano, capitaneados por el presidente del nuevo banco, Modesto Crespo (CAM), y el consejero delegado, Manuel Menéndez (Cajastur), van a irse de tournée para cumplimentar a los presidentes de sus comunidades autónomas de origen: el 21 de octubre serán recibidos por Miguel Ángel Revilla, presidente de Cantabria, al día siguiente asistirán a la entrega de los Premios Príncipe de Asturias para visitar a Vicente Álvarez Areces, el día 26 cumplimentarán al presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, y terminarán el día 30 en Valencia con Francisco Camps.
El Banco de España obligó al SIP a seguir adelante
La caja alicantina se rebeló a mediados de junio contra Cajastur por entender que su presidente, Manuel Menéndez, obtenía unas ventajas inasumibles en la integración, incluyendo un blindaje de 12 años en los que no puede ser destituido por el consejo independientemente de los resultados de su gestión. Este blindaje era la gota que colmaba el vaso de un reparto de poder que otorgaba el 40% del consejo a cada una, pese a que la CAM multiplica por cuatro el tamaño de Cajastur.
Tanto se tensó la cuerda que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, tuvo que llamar a capítulo a ambos presidentes y les obligó a seguir adelante con una fusión que ha recibido 1.493 millones de euros del FROB y que formará el quinto grupo financiero de España por detrás de Santander, BBVA, el SIP de Caja Madrid y La Caixa.