Desde el entendimiento, con la intención de crear un entorno en el que el diálogo sea para todos y para el fomento de la solidaridad entre compañeros. |
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Transcurridas
tan solo dos jornadas de "negociación" entre la empresa y sindicatos,
y a punto de encarar la tercera jornada, creemos necesario exponer las
reflexiones de STC-CIC sobre este proceso que acaba de iniciar Liberbank y que tanta
prisa parece tener por negociar.
En
primer lugar opinamos que el principal motivo es el de dar un aspecto de
legalidad a este nuevo proceso de reducción de plantilla, para evitar
sentencias que lo puedan declarar nulo, como en el caso del proceso de bajas
voluntarias incentivadas que iniciaron el pasado año. Es decir: no es que
tengan ganas ni intención de negociar y acordar, sino que se ven en la
necesidad legal de hacer esta puesta en escena.
En
segundo lugar hemos de declarar que STC-CIC rechaza, en principio, que sea
necesario llevar a cabo el cierre de decenas de oficinas y la reducción de
otros 979 trabajadores de su plantilla, además de los casi 600 que ya fueron
objeto del citado plan de bajas del año 2015.
Y
no estamos de acuerdo, principalmente, por dos motivos:
- Cuando se nos aplicó el ERE que actualmente tenemos en vigor, se
nos dijo que se hacía con el fin de evitar la pérdida de puestos de
trabajo. Ahora vienen con esto, pretendiendo reducir entre los dos
procesos alrededor de 1.500 puestos de trabajo, prácticamente un 29% de la
plantilla. ¿Para qué ha servido entonces el ERE?
¿Nos mintieron?
¿Hay una gestión deficiente del banco?
- Para empezar a negociar el cierre de oficinas y una
reducción tan brutal de la plantilla es necesario que nos demuestren la
existencia de causas que justifiquen tal medida y nos proporciones
documentación al respecto para poder estudiarla y evaluar la situación, y
así poder emitir el correspondiente informe, tal y como establece el
artículo 64 del Estatuto de los Trabajadores. STC-CIC ha presentado por
escrito en la mesa una solicitud por la que recabamos la entrega de esa
documentación, listados, previsiones del plan en cuanto a oficinas y
trabajadores afectados, etc, que no vamos a detallar ahora por su
extensión. Hemos pedido toda esa información para poder valorar esa cifra
que han puesto encima de la mesa. Aún no la han entregado y suponemos que
tampoco lo harán, según su costumbre, pero es preciso hacerlo así para poder
defender con argumentos legales los derechos de los trabajadores, si ello
fuera preciso, en los tribunales, y conociendo a nuestra empresa no
debemos descartarlo.
Una
vez tengamos esa información (si es que la empresa nos la quiere facilitar) y
la estudiemos, nos pronunciaremos sobre la procedencia o no de la reducción de
puestos de trabajo, y se estudiará la posibilidad de presentar propuestas en la
negociación. Entrar ahora a presentar propuestas sería tanto como admitir a
ciegas y validar que sobrar 979 trabajadores, como ellos pretenden.
Por
el contrario, otros sindicatos no solo parecen haber aceptado la necesidad de
perder estos puestos de trabajo, sino que han entrado a trapo en esta
negociación y asumiendo como propias las prisas y necesidades de la empresa. En
este proceso no hay un plazo límite para negociar, como ocurrió en el ERE, por
lo que los sindicatos no tenemos por qué asumir las prisas de la empresa: eso
nos quita capacidad negociadora.
Además,
está la cuestión de la forma de negociación, ya que no aceptamos que se haga como grupo, de forma conjunta para Liberbank y para CCM, pues desde el ERE, la
representatividad ha cambiado tras las elecciones sindicales. En estos momentos
CC.OO., UGT y CSIF, que son los tres sindicatos que nos firmaron el ERE tienen
casi el 100% de representatividad en CCM, pero no llegan al 40% en Liberbank.
No entendemos que una mayoría sindical de CCM pueda negociar condiciones
laborales de Liberbank, donde son minoritarios, como tampoco lo entenderíamos
al contrario.
A
tal efecto, los cuatro sindicatos mayoritarios de Liberbank, con un 60% de
representación (CSICA, STC-CIC, CSI y APECASYC) presentamos ayer un escrito
conjunto en el que declarábamos nuestro deseo de negociar con Liberbank al
margen de la representación de CCM, indicando además que en ningún momento se
ha designado a las secciones sindicales como interlocutores válidos,
arrogándose los tres sindicatos de CCM, con la connivencia de la empresa, una
supuesta mayoría sindical de la que carecen en Liberbank. ¿Qué motivo habrá
para esta connivencia? Esta ilegítima situación ya ha sido denunciada ante la
Dirección General de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
Además,
STC-CIC manifestó también que, en el caso de que se negocie como grupo y se alcance
un acuerdo que no tenga mayoría de la representación sindical de Liberbank, ese
acuerdo deberá tener eficacia limitada, es decir, que solo será aplicable a la
empresa en la que los sindicatos firmantes tengan mayoría, a sus afiliados y a
quienes voluntariamente se quieran adherir.
¿No resulta
sorprendente que el año pasado haya estado abierta la posibilidad de traslados
hacia Extremadura y Asturias (porque faltaba personal en oficinas) y ahora los
que sobran en esos territorios son más que los que sobran en todo CCM?
¿No resulta
también sorprendente que sean CCOO, UUT y CSIF, los sindicatos que tienen casi
el 100% de representación en CCM y no llegan al 40% en Liberbank los que hayan
hecho contrapropuestas dando por buenos todos esos excedentes?
Lógicamente,
con esos sindicatos y en estas circunstancias, es imposible la unidad de acción
que a todos nos gustaría, aunque como veis, dicha unidad sí existe en los
sindicatos mayoritarios de Liberbank.
En cuanto a las
numerosas consultas que estamos recibiendo sobre qué oficinas serán las
afectadas, tenemos que decir que es algo que aún desconocemos oficialmente. Es
parte de la información que hemos pedido, pero aún no disponemos de ellas, y
aunque la tuviéramos, no podríamos hacerla pública en plena negociación, por
motivos legales.
Parece ser que
está circulando una lista que, evidentemente no es oficial y cuya fiabilidad no
está demostrada. Nos parece muy imprudente andar filtrando este tipo de
información, incluso en la prensa, que no es fidedigna y que podría
modificarse, porque puede generar incertidumbres o falsas esperanzas entre la
plantilla, y miedo entre nuestros clientes, lo que puede conllevar reacciones
de estos negativas para el negocio. Por otro lado, es contraproducente para la
propia negociación, pues hace que la empresa recele a la hora de entregarnos
documentación e información, que se supone es confidencial, por miedo a que la
filtremos.
De momento no
hay nada oficial sobre qué oficinas estarían o no afectadas y en qué medida.
Y finalmente,
con respecto a la última propuesta de la empresa de modificar el modelo de baja
voluntaria por el de suspensión o excedencia compensada y renovable, aún
estamos estudiando las implicaciones legales de esta fórmula. En principio puede tener algún tipo de ventaja para el trabajador porque el
contrato de trabajo sigue vigente, no se extingue la relación laboral como ocurre
con la baja indemnizada.
En STC siempre hacemos las cosas pensando
en lo mejor para los compañeros y ahora no es distinto. Entendemos
perfectamente el desasosiego, en ocasiones acrecentado innecesariamente, según
nuestro parecer, por filtraciones a la prensa que no favorecen en nada. Las
prisas no son buenas a la hora de afrontar procesos de tanta trascendencia como
el que nos presentan, y como decíamos al principio, es la empresa la que tiene
la prisa, no los sindicatos.
Seguiremos informando.
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