ANTE EL 1º DE MAYO. POR EL MANTENIMIENTO DE NUESTROS DERECHOS

Desde el entendimiento, con la intención de crear un entorno en el que el diálogo sea para todos y para el fomento de la solidaridad entre compañeros.

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Históricamente, el 1º de Mayo se ha caracterizado por ser una jornada reivindicativa en la que los sindicatos en particular, y los trabajadores en general, hemos venido demandando la consolidación de nuevos derechos laborales.

            En los últimos años hemos visto que el tono de estas reivindicaciones se ha ido haciendo menos ambicioso y, en lugar de reivindicar el reconocimiento de nuevos derechos, nos hemos ido limitando a reclamar el mantenimiento de los que ya veníamos disfrutando.

            La difícil situación que estamos atravesando nos ha llevado a un punto tal en el que nuestras voces tienden a reclamar el derecho más básico derivado del trabajo: el propio trabajo. Queremos seguir trabajando, que se nos mantenga nuestro puesto, y a ser posible, que se les proporcione un puesto de trabajo a nuestro hijos, esa frustrada generación de personas tan preparadas académicamente y, lamentablemente, con tan poco futuro.

            Los abusos, ambiciones, ineptitudes y corrupciones de unos cuantos (empresarios, banqueros, políticos, etc…) nos han llevado a esta triste y dramática situación, y como siempre, los paganos de las consecuencias somos el pueblo llano, los trabajadores.

            Hasta hace poco, ante las agresiones que sufríamos teníamos la defensa de las leyes y los tribunales, pero ahora no nos queda ni eso. Los políticos, esos que desde que en 1985 aprobaron la Ley que les permitió a ellos mismos desembarcar en las Cajas de Ahorros y adueñarse ellas; los políticos, esos que, con sus despilfarros y mala gestión, han llevado a nuestras entidades al punto de prácticamente desaparecer del mapa financiero español; los políticos, esos que en una anterior legislatura dejaron entrar la crisis en nuestro país, negaron su existencia, continuaron con el despilfarro, no supieron hacerle frente, agravaron sus efectos e iniciaron una nefasta reforma laboral; los políticos, esos que en la actual legislatura nos están recortando hasta la vida, que en aras de “la creación de empleo” han “perfeccionado” esa reforma laboral que ha hecho desaparecer tanto los derechos laborales como las vías legales de defensa; los políticos, esos que dicen trabajar por el pueblo, aunque en realidad lo único que hacen, tanto desde el gobierno como desde la oposición, es tomar decisiones encaminadas a conseguir más votos en los próximos comicios; los políticos, esos políticos, han acabado “de un plumazo” con años de lucha sindical, con años de esfuerzos y sacrificios por dotar a los trabajadores de unos derechos que la lógica humana reconoce como básicos y justos: el empleo, el salario, la jornada, las vacaciones, la previsión social, y los instrumentos legales básicos para la defensa de estos derechos.

            Es triste para aquellos que han dedicado años al sindicalismo, a negociar pactos de empresa, convenios colectivos, intentando conseguir nuevos derechos, muy poquito a poco y con gran esfuerzo y sacrificio, con mucha dedicación y tiempo propio y de sus familias; es triste, decíamos, y frustrante ver cómo todos estos años de esfuerzo no han servido para nada, porque unos cuantos de esos políticos han decidido suprimir en un momento, mediante un decreto, todos los derechos laborales conseguidos durante años.

            Pero a los trabajadores aún nos queda una defensa, la de siempre: nosotros mismos. No nos queda más remedio que reiniciar esta lucha, unirnos, protestar, reclamar, reivindicar, hacer oír nuestras voces, nuestra fuerza y nuestra capacidad de lucha. Hemos de castigar, a cada uno en su ámbito, a todos los que nos han llevado a esta dramática situación. No podemos permitir que hayan resultado inútiles tantos esfuerzos y sacrificios en la obtención y defensa de los derechos laborales, y en algunos casos incluso vidas (no olvidemos que el origen de la celebración del 1º de mayo como jornada reivindicativa se encuentra en los graves incidentes que tuvieron lugar en 1886 en Chicago, durante la dura represión de una huelga, que costó la vida a varios trabajadores).

            ¿Vamos a consentir que nos sigan robando, vejando y ultrajando mientras ellos siguen con sus lujosas vidas? ¿Vamos a admitir que nos apliquen desproporcionados recortes y EREs sin hacer nada?

¡VAMOS A PONÉRSELO DIFÍCIL! ¡UNÁMONOS ANTE LAS AGRESIONES!

¡POR EL MANTENIMIENTOS DE NUESTROS DERECHOS Y EL DE NUESTRAS FAMILIAS!