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El
pasado 28 de noviembre se celebraron elecciones sindicales en Liberbank
Cantabria, con una particularidad que no se había dado nunca en unas elecciones
en la dilatada historia de Caja Cantabria (ahora Liberbank): una candidatura no
fue elevada a definitiva por la Mesa Electoral por defecto de forma.
Una
de las candidatas renunció a formar parte de la lista de CIC y posteriormente
revocó esa renuncia antes de la proclamación definitiva de la candidatura.
Expresaba así su voluntad de seguir en la misma, petición que la Mesa Electoral
rechazó. En el laudo que dirimió pocos días después la controversia, la
mediadora nombrada por las autoridades laborales, ordenó retrotraer las
actuaciones al momento de elevación a definitivas de las candidaturas
(aceptando así la candidatura de CIC), lo que, en la práctica, supone realizar
nuevas votaciones.
La
Mesa Electoral estaba presidida por un conocido sindicalista de SIBANK (y hace
años de UGT y hace más años de APECASYC), de sobra conocido por toda la
plantilla de Cantabria, cuyo último sindicato que sepamos, SIBANK, ha recurrido
a su vez la decisión arbitral llevándola
al Juzgado de lo Social. En castellano antiguo, “sostenella y no enmendalla”.
La
ley exige que las candidaturas tengan un mínimo de candidatos igual al número
de puestos a cubrir, pero acepta que antes de la celebración de las elecciones
pueda renunciar el 40% de la lista, es decir, que al menos se componga, en este
caso, de 8 miembros. Es práctica habitual que en todas las listas haya
candidatos que permiten que se complete la lista incluyendo su nombre con la
condición de renunciar después de que la lista sea aceptada. Y en el caso que
nos ocupa con más motivo, puesto que se presentaban nada menos que seis listas.
Y
más aún si algunos sindicatos llevan meses proponiendo a empleados a diestro y
siniestro formar parte de su lista, con el objetivo de reducir el campo de
posibles candidatos a los demás y entorpecer que todos los que quieran
presentarse puedan formar lista. Por ejemplo SIBANK, el sindicato del
presidente de la Mesa Electoral que tan alegremente rechaza la candidatura de
otro sindicato porque le faltaba uno, el último día y a última hora. La lista
de SIBANK se componía de 23 miembros cuando bastaba con 13. ¿Simple chulería?
No, ganas de eliminar competidores. Bueno… y chulería
Y
hay varias razones para que el presidente de la Mesa Electoral y alto
representante de SIBANK actúe de esta forma tan injusta:
- Una, que eliminando a un sindicato de la competición ganaba un delegado más simplemente por el reparto final y no eliminándolo habría sacado, con suerte, tan solo dos, y bastante ruina es que con las pretensiones que tenía de arrasar solo haya obtenido 3 delegados de 13, pero bajar a 2 hubiese sido el ridículo más espantoso.
- Otra, que el referido profesa una animadversión personal a algún representante de nuestro sindicato, porque éste se opuso de manera razonada a apoyar ciegamente sus pretensiones en distintos foros. Que el aludido tenga una opinión excelsa de sí mismo, como todo el mundo sabe, no quiere decir que los demás tengan que comulgar con esa opinión.
Pero
su actuación -legal pero de ética dudosa- y la de su sindicato en estas
elecciones fallidas han ido más allá, además, de todos los límites tolerables:
desde publicar una grabación –ilegal por descontado- de una reunión de miembros
del Comité de Empresa, a montar un numerito en público a una candidata de un
sindicato rival en su propia oficina.
Sin
contar con las acusaciones hacia todo sindicato que se mueva de “ser el sindicato
de la empresa”. En Caja Cantabria existió hace muchos años un sindicato que en
origen fue promovido por la Caja (en muchas otras también), otro lo fue con el
penúltimo director general de Caja Cantabria, pero hace muchos años que no
existe tal sindicato de la empresa en nuestra Entidad. Que un sindicato
divulgue la falacia de que hay sindicatos de empresa aquí solo persigue réditos
electorales y perjudica gravemente la
unidad de todos los sindicatos ante el “enemigo” común, que es la misma empresa
como viene demostrando día a día.
Apoyar
a un sindicato que va contra todos con falsas acusaciones es algo muy serio.
Aunque nos consuela ver el escaso apoyo que ha conseguido SIBANK en Cantabria,
lo que quiere decir que la plantilla es suficientemente inteligente para darse
cuenta de que sólo luchan por sus intereses.
Por
último señalar la actuación de otros dos sindicatos (CCOO y CSIF) , a
diferencia de otras fuerzas sindicales, en la vista del laudo de anulación de
las elecciones apoyando la actuación de la Mesa Electoral y pidiendo la
exclusión de CIC, suponemos que con el argumento de “a más (delegados) tocamos
si nos cargamos a un competidor”. Cada cual que saque sus conclusiones.
El
hecho es que el laudo arbitral nos ha dado la razón frente a las maniobras de
una Mesa Electoral en la que su presidente ha tomado descaradamente partido por
su sindicato. Y les ha salido el tiro por la culata.
No
tenemos duda de que el juzgado de la Social ratificará lo acordado por la
árbitra y que nos veremos en las urnas pronto, con todos los sindicatos y con
la lección que habremos aprendido de las distintas actuaciones en todo este
embrollo gratuito.
Mientras
tanto y según certificado del 28/12/2018 de la Dirección Gral. De Trabajo de
Cantabria la representación legal de los trabajadores (en funciones) es la
resultante del proceso electoral celebrado en fecha 26 de noviembre de 2014.
Si
pusieran tanto empeño en defender a los compañeros como el que ponen en
denostar y combatir ideas distintas a las suyas, todos saldríamos ganando.
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