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domingo, 21 de octubre de 2012

NOTICIA DE PRENSA

Los activos tóxicos ‘hunden’ a Cajastur y Liberbank

OviedoDiario
21 octubre, 2012
A Manuel Menéndez, ya no le salen las cuentas. Ni la liquidación de la Obra Social y Cultural (30 millones de euros), ni el ERE ‘encubierto’ que acaba de decretar (reducción de salarios y plantilla), ni la venta de su cartera industrial (Telecable, Enagas…), son suficientes para tapar el agujero de más de 1.000 millones de euros que la auditoria de Oliver Wyman dejó al descubierto en las cuentas de Liberbank. Antes del análisis de sus números, Liberbank estimaba que necesitaría unos 600 millones para sanear la entidad, una cifra que ha sido elevada hasta los 1.198 en el peor de los escenarios económicos posibles. Liberbank tiene que cuadrar sus ‘minadas’ y ‘tóxicas’ cuentas, y, para hacerlo, solo tiene un camino: hacer caja, aunque sea a costa de sus propios trabajadores.
El presidente de Cajastur y de Liberbank, parece haber emprendido el desguace de una entidad financiera con más de 130 años de historia. Primero vendió la participación que Cajastur tenía en Telecable, su ‘buque insignia’ en Asturias, después anunció el desmantelamiento de la Obra Cultural, y hace dos semanas, puso a la venta el paquete accionarial que tenía la entidad en Enagás. Con la operación, Cajastur obtuvo unas plusvalías de 110 millones de euros, aunque los economistas consultados por este periódico, apuntan a que las ‘prisas’ por deshacerse de acciones, hicieron que las participaciones se vendiesen a un 5% por debajo de su valor bursátil. Es decir, fueron ‘malvendidas’.
Durante los últimos años, Cajastur (Liberbank) ha reunido una cartera de inversiones muy penalizada por la crisis (GAM, Constructora San Jóse…), y que puestos a soltar lastre para hacer caja, no le servirá de ‘colchón’ para afrontar la recapitalización. Y si no consigue 1.198 millones, deberá acudir al Fondo de Reestructuración Bancaria (FROB), pasando a ser una banco nacionalizado e intervenido por el Banco de España. Hay otro camino, también complejo, la salida a Bolsa de Liberbank, otra ‘aventura’ teniendo en cuenta el ‘batacazo’ de Bankia.
Cajastur, y el consorcio de cajas que lidera a través de la marca Liberbank, ha entrado en barrena y ya afloran los ‘números rojos’. Los activos de la entidad alcanzan los 51.517 millones, lo que coloca en el puesto número 13 -mal número- en el ranking del sector bancario español, sobre un total de 20 entidades. Y además de estar en el pelotón de cola, Liberbank se encuentra a años luz del resto de entidades financieras. Caixabank cuenta con 345.000 millones de euros, BBVA con 329.000 millones, Santander 316.000 millones, Sabadell 166.000 millones, Popular 158.000 millones, Unicaja-Caja España 79.000 millones, Catalunya Caixa 76.000 millones… Liberbank se ha quedado descolgada, y más aún tras la fallida fusión con Ibercaja, lo que le obligará, no tardando mucho, a fusionarse con entidades muy poco ‘apetecibles’ del sector. Eso, o ser ‘engullida’ por los grandes grupos de la banca española.
Con las cuentas a la baja y al alza el nivel de morosidad -ya está por encima del 9%, cuando la media del sector se sitúa en el 10,5%-, el desplome de Liberbank va en aumento. Al cierre del primer semestre, obtuvo unos beneficios (antes de impuestos) de 46 millones de euros, lo que se traduce en un 74% menos que hace un año cuando, en el mismo periodo, sus beneficios alcanzaron los 176,8 millones de euros. Por eso, todas las alarmas se han disparado en la planta noble del edificio de Cajastur en la Plaza de la Escandalera. Cajastur-Liberbank ha entrado en barrena. Por trimestres, el segundo de 2012, refleja una perdidas de 18 millones de euros y una morosidad del 24,9%. Una crítica situación que, al menos, la ha venido bien al ‘sanedrín’ directivo para anunciar un brutal plan de suspensiones de empleo y recortes de sueldo. Los sindicatos sostienen que la dirección de Liberbank utiliza la cifra que más le conviene, haciendo comparativas mensuales, trimestrales, semestrales o anuales, en función de sus ‘necesidades’, para reflejar pérdidas que le permitan acogerse a la Reforma Laboral que ampara la aplicación de un expediente de regulación de empleo. Y no les falta razón, Liberbank, en el cómputo de los primeros seis meses, aunque se desplomó, ganó dinero; sin embargo, en el segundo trimestre (abril-junio) ha entrado en perdidas.
La auditoria de Wyman, a la que ha tenido acceso, en su integridad, OviedoDiario, revela que Liberbank es una de las entidades financieras españolas con una menor ‘capacidad de absorción de pérdidas’. En el peor escenario, Liberbank tendría pérdidas por valor de 8.894 millones de euros, causadas por inversiones fallidas en promoción y construcción de viviendas, obra pública, préstamos personales, a PYMEs y autónomos, créditos hipotecarios… Frente a este ‘saldo negativo’, podría generar, como mucho, 7.696 millones de euros, contabilizando sus provisiones (activos), que podría vender, los beneficios de sus inversiones, y el capital disponible.
Otra muestra de la fragilidad de Liberbank, reflejada en la ‘letra pequeña’ de la auditoria, es la diferencia entre los créditos concedidos a particulares, con y sin garantías. En el primer caso, Liberbank cuenta con unas posibles pérdidas, en el ‘escenario base’ (la previsión financiera estimada en función de la actual evolución del mercado), de 195 millones de euros. Al menos, son créditos con garantías, ‘cubiertos’, por ejemplo, con una vivienda u otros avales. Sin embargo, existen otros 206 millones sin ningún tipo de garantía, aval, o propiedad. En el futuro financiero más optimista, la entidad tendrá que asumir 703 millones en terrenos, entregados como pago a deudas (activos tóxicos), más 466 millones en promociones terminadas, pero no vendidas, y 69 en construcciones de viviendas financiadas, pero aún sin finalizar. Estos activos tóxicos (en su mayoría viviendas de difícil venta en un mercado en recesión), se sumarán a las propiedades ‘tóxicas’ de Liberbank. Wyman cifra en 27.700 millones el valor de los activos de riesgo del banco, que podría traspasar al ‘banco malo’, que será creado por el Gobierno para sanear a la banca española, ‘intoxicada’ por el ladrillo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el futuro banco, que actuará como un ‘vertedero’, tendrá una capacidad limitada, lo que significa que Liberbank, ni ninguna otra entidad, podrán traspasar el total de sus activos tóxicos.


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