LA MOVILIDAD GEOGRÁFICA: OTRA MODALIDAD DE DESPIDO
La regulación del art. 40 del ET de 1980 reflejaba una favorable disposición en cuanto a una tutela eficaz de derechos de los trabajadores en materia de movilidad geográfica. Un primer deterioro de este derecho lo sufrimos los trabajadores en 1994 en el que se modificaron varios artículos del ET, para culminar, tras sucesivas modificaciones, con las últimas, en el 2010 y el 2011 en las que se concedió un porcentaje de discrecionalidad sobre movilidad a la parte empresarial.
El deterioro sufrido desde 1980, desde el punto de vista de los trabajadores, es realmente abrumador. Pero esto no parece ser suficiente, y aprovechando la actual coyuntura económica, la patronal quiere regular en el convenio de cajas de ahorro una especie de barra libre de movilidad, para que tengan a su completa disposición, este derecho de los trabajadores a un módico precio y sin justificación alguna.
La pertinaz insistencia de la ACARL en regular esta materia en el texto del Convenio Colectivo nos hace pensar que la exigencia de las Cajas sobre movilidad tiene un trasfondo muy opaco, máxime cuando ya ha sido regulada en la mayoría de las Cajas, cuando los procesos de fusión lo han exigido, mediante la firma de acuerdos laborales.
Por eso, porque los trabajadores y sus representantes hemos sido responsables cuando ha sido necesario, estamos legitimados para decir NO a la desregulación de la movilidad geográfica.
La movilidad libre y barata es otra forma más de despido forzoso, porque en condiciones límite, la baja “voluntaria” puede ser una alternativa más beneficiosa que un traslado que suponga cambio de domicilio que obliga al cónyuge a abandonar el trabajo, a buscar y pagar o financiar un nuevo piso, sin poder alquilar ni vender el actual, etc..
Además, la incompatibilidad con la concertación de la vida laboral y familiar de esta posible regulación es más que evidente. No queremos ni pensar el tener que comunicarnos con nuestras familias a través de videochat o renunciar al apoyo de tus mayores, si tienes hijos pequeños y trabajáis los dos etc.
CIC considera que la actual regulación y disposición de este derecho a través del ET es más que suficiente para atravesar la actual coyuntura económica, y si alguna Caja necesita ir más allá deberá llegar a un acuerdo en su propio ámbito.
LOS EMPLEADOS NO HEMOS LLEVADO A ESTA SITUACIÓN A LAS CAJAS. QUIENES SÍ LO HAN HECHO, LOS DIRECTIVOS DE LAS CAJAS, NO DEBERÍAN QUEDAR IMPUNES. Cuando más de 14.000 empleados ya han perdido sus puestos de trabajo, los directivos que nos han llevado a esta crisis siguen todos en sus puestos, inmoralmente bien retribuidos y sin movilidad alguna, como no sea para ascender a puestos de mayor irresponsabilidad, lo que produce la indignación de los trabajadores del sector y la pérdida total de confianza en ellos .
La movilidad geográfica no solo es una cuestión de dignidad laboral, sino de pura supervivencia, y desde CIC nos comprometemos a luchar contra esta iniciativa patronal en el convenio y en cada Caja y pedimos la colaboración y solidaridad de las plantillas.